Era una anhelo de casi tres años. Desde que se bendijo la Sagrada Imagen del Señor y su capilla penitencial aquel 27 de noviembre de 2011 era deseo de todos sustituir la vieja ventana de la capilla por otra que permitiera dotar de permanente visibilidad al Señor. Y así ha sido.
En la mañana del pasado sábado 25 de octubre, y gracias a la generosidad de un grupo de hermanos, se procedió a la retirada de la antigua ventana y la instalación de una luna de cristal fija de seguridad que permite venerar al Señor permanentemente.
Tenemos la suerte de contar con esta ventana que nos hace estar cerca de nuestro Señor y poder visitarlo en cualquier momento. No hace falta que nuestra parroquia esté abierta para verle. Siempre, siempre nos espera. Y ahora podemos observar su portentosa figura con mayor comodidad.
Este sencillo gesto es muy importante para todos. Quizás no se trata de una gran inversión patrimonial, pero sí lo es devocionalmente. Por eso estamos agradecidos de este cambio. Y dispuestos a continuar con nuestro trabajo por propagar la devoción al Señor, desecho por nosotros, que "me amó y se entregó por mí" (Gál 2, 20) y sin dejar de repetir en el corazón, pidiéndole por nuestra Hermandad: "Señor, tu Misericordia es eterna, no abandones la obra de tus manos."(Sal 138)