Desde este lunes 11 de mayo
nuestra parroquia retoma la celebración del culto público, con asistencia de
fieles, aunque con las limitaciones que impone la grave situación sanitaria que
atraviesa nuestro país. Por esta razón, las Sagradas Imágenes de nuestros
titulares serán ubicadas en los lugares habituales de veneración en este
tiempo. De esta forma, la imagen de Ntra. Sra. la Virgen del Rosario será
entronizada en el altar mayor de la parroquia durante lo que resta del mes de
mayo; María Santísima de la Trinidad será devuelta a su retablo después de
permanecer en la capilla penitencial desde el pasado 14 de marzo y el Señor de
la Divina Misericordia será dispuesto en la posición habitual, dejando de estar
orientado hacia la ventana como ha permanecido durante este tiempo.
Nuestra Hermandad entiende que
esta disposición es la más conveniente una vez que el templo va a volver a
estar disponible para el culto público. Con todo, no queremos dejar de invitar a nuestros hermanos y devotos a mantener la
oración intensa al Señor por el fin de esta pandemia y a conservar las medidas
de prudencia para lograr que remita este grave mal que nos azota.